29 de Septiembre del 2014
Fiesta de los Arcángeles san Miguel, san Gabriel y san Rafael
San Miguel Arcángel dice: “Alabado sea Jesús.”
“Hoy vengo, como Jesús permite, para acentuar la importancia del
conocimiento del bien frente al mal. En la actualidad, Satanás ha
logrado disfrazar el mal como bien. Él hace esto encubriendo planes
ocultos, usando a personas de alta autoridad y rango en el mundo y
promoviendo dentro de los corazones el amor por la estima terrenal, por
el dinero y el poder. Estas ambiciones se oponen a la humildad y al
Amor Santo.”
“Lo que la gente no capta en la actualidad es la importancia de
reconocer el mal por lo que es independientemente de las apariencias
exteriores. Tienen que identificar al enemigo antes de poder
combatirlo. Con mucha frecuencia el mal se disfraza de bien a fin de
ganar un punto de apoyo en almas bien intencionadas.”
“Por estas razones, la Bendición de la Verdad y el sello de
discernimiento que se ofrecen aquí en esta propiedad (el Manantial y
Santuario Maranathá) tienen importancia adicional en el combate entre
bien y el mal. La Bendición de la Verdad le da al alma la firme
determinación de descubrir la verdad y desenmascarar al mal.”
“Yo soy la vanguardia de la victoria en cada combate contra el dragón.
Dios desea que mi Escudo de la Verdad se coloque sobre cada corazón y,
en Su victoria final, sobre el corazón del mundo.”
“Por lo tanto, yo vigilo esta propiedad junto a mi Lago. Esta paz
celestial que ustedes sienten aquí está bajo mi protección. Yo extiendo
mi Escudo de la Verdad a todos lo que me visitan aquí.”
Lean el Salmo 5
Señor, escucha mis palabras, atiende a mis gemidos; oye mi clamor,
mi Rey y mi Dios, porque te estoy suplicando. Señor, de madrugada ya
escuchas mi voz: por la mañana te expongo mi causa y espero tu
respuesta. Tú no eres un Dios que ama la maldad; ningún impío será tu
huésped, ni los orgullosos podrán resistir delante de tu mirada. Tú
detestas a los que hacen el mal y destruyes a los mentirosos. ¡Al
hombre sanguinario y traicionero lo abomina el Señor! Pero yo, por tu
inmensa bondad, llego hasta tu Casa, y me postro ante tu santo Templo
con profundo temor. Guíame, Señor, por tu justicia, porque tengo muchos
enemigos: ábreme un camino llano. En su boca no hay sinceridad, su
corazón es perverso; su garganta es un sepulcro abierto, aunque adulan
con la lengua. Castígalos, Señor, como culpables, que fracasen sus
intrigas; expúlsalos por sus muchos crímenes, porque se han rebelado
contra ti. Así se alegrarán los que en ti se refugian y siempre
cantarán jubilosos; tú proteges a los que aman tu Nombre, y ellos se
llenarán de gozo. Porque tú, Señor, bendices al justo, como un escudo
lo cubre tu favor. (Cita tomada de la Biblia en línea de www.vatican.va)
29 de Septiembre del 2014
Jesús está aquí con Su Corazón expuesto. Dice: “Yo soy tu Jesús, nacido Encarnado.”
“Mis hermanos y hermanas, esta noche he venido para invitar a cada uno
de ustedes a la Voluntad de Mi Padre Eterno y su Padre Eterno. Hagan
esto por medio de su compromiso y su rendición para vivir en Amor
Santo.”
“Esta noche les doy Mi Bendición del Amor Divino.”
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