“Amados hijos Míos, hoy les invito a un mayor amor a la Palabra de Dios.
Mediten la Palabra de Dios, un versículo por día e intenten colocarlo en práctica. Lean el versículo luego por la mañana y procuren meditar en aquello que el Señor dice a ustedes a través de aquel versículo. Que aquel versículo sea la luz que les ilumina y conduce todo el día de trabajo de ustedes.
Les invito también a meditar Mis Mensajes. Mediten un pequeño Mensaje por día y procuren colocar aquel Mensaje en práctica a lo largo de su jornada de trabajo, de estudio y de oración.
Recen, recen mucho porque el peligro de un nueva guerra se cierne sobre ustedes sin que sepan, armas están siendo renovadas.
Recen mucho, recen mucho por la Paz del mundo. Recen el Santo Rosario por la Paz, pues solamente ello puede salvar el mundo y salvar a sus familias.
A todos bendigo: de FÁTIMA… de AKITA… y de JACAREÍ”
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