Jacareí, 22 de Noviembre del 2014
MENSAJE
DE SANTA LUCÍA DE SIRACUSA
“Mis amados hermanos,
hoy Yo, Lucía de Siracusa vengo nuevamente para decirles: Recen, recen mucho
porque el gran Castigo está a las
puertas.
DIOS ya no puede
soportar más tantos pecados y crímenes que se cometen en la faz de la tierra.
Por eso Él quiere enviar un gran fuego que irá reducir a la nada todos los
pecados y todas las locuras de esta humanidad rebelada contra DIOS y de Él
alejada por el pecado y por la desobediencia.
Deben rezar, rezar
mucho, porque muchos son los llamados, pero pocos serán los que perseverarán
hasta el final. Recen todos los días, mucho, pidiendo el aumento del amor de
ustedes, de su fidelidad, de su obediencia a DIOS y de su perseverancia.
Solamente aquellos que
perseveraren hasta el final, serán coronados con la corona de la vida y el
premio eterno. Recen, recen mucho porque todos los días la tierra, el mundo
claman venganza al Señor con tantos pecados que se cometen y la espada del
Castigo ya se cierne sobre sus cabezas como la Madre de DIOS les avisó tantas y
tantas veces.
No tengan el corazón tan duro así al punto de no conmoverse
delante de las Lágrimas de Ella y de Sus Avisos, de Sus Llamados. Porque Ella
les habla con Su Corazón aplastado y lacerado por el dolor de ver tantos de Sus
hijos condenándose todos los días, sin haber quien haga nada para impedir una
perdición tan grande de almas que todos los días sucede en el mundo.
Recen, recen mucho,
porque solamente con el Rosario ustedes podrán alcanzar el gran Milagro de la
conversión de los pecadores obstinados en el pecado. Solamente con la oración
del Rosario conseguirán la divulgación de los Mensajes y hacer con que todos
los corazones sean tocados por los Mensajes de la Madre de DIOS.
Solamente con el
Rosario podrán obtener el regreso de las familias, a la Oración del propio
Rosario. Y solamente por el Rosario podrán conseguir la gracia de ser fieles al
Santo Rosario. Por eso Mis amados hermanos, recen el Rosario todos los días y
propáguenlo juntamente con las Quince Promesas que la Madre de DIOS dio a San
Domingo de Guzmán en la Aparición donde Ella le entregó el Santo Rosario, para
que las almas conociendo cuán grande es la bondad de la Madre de DIOS y lo
cuanto Ella promete a aquellos que rezaren el Rosario todos los días.
Todos, amen el Santo
Rosario y recen el Santo Rosario que es medio seguro de salvación y señal
segura de predestinación al Cielo.
Recen, recen mucho y
hagan aquello que la Madre de DIOS les dijo: Ayunen a pan y agua los miércoles
y viernes para que sus almas sean fuertes en las tentaciones del demonio y
tenga la fuerza para renunciar a todas ellas.
Yo, Lucía, rezo por
ustedes todos los días y les presento diariamente al Señor en el Cielo pidiendo
por ustedes y ofreciendo los méritos de Mi Martirio por ustedes, para que el
Señor les conceda siempre más: Gracia, Bendiciones y Salvación.
Apresuren su
conversión, escuchen Mi Llamado, recen más también la Coronilla, (Aquí puede ver la coronilla) dedicada a Mí,
para que Yo continúe alcanzando y realizando para ustedes y en sus vidas
grandes Gracias, grandes Bendiciones del Señor.
A todos les bendigo con Amor: de SIRACUSA… de CATANIA… y de JACAREÍ”
No hay comentarios:
Publicar un comentario