29 jul 2015

Mensaje 28 julio 2015 - España



Aleluya, Aleluya, el Señor resucitó. Yo, Jesús, os hablo.

Sí hijos, sí, Mi Resurrección fue un gozo inmenso en el Cielo, donde Mis Ángeles cantaban por miríadas y en varias voces el Aleluya. Porque la Redención venció al pecado, a Satanás y abrió las puertas del Cielo. Pero Yo quiero volver a resucitar en las almas que vagan por el mundo muertas espiritualmente, y que no pueden revivir si no es con Mi gracia y Mi amor. Yo, Jesús, os hablo.

Que doloroso es para vosotros ver a vuestros hijos heridos y maltrechos por el pecado, y desearíais cualquier cosa por sacarlos de esa situación. Pues a Mí hijos Me pasa lo mismo. Volvería a morir por dar la vida de la gracia a esas almas que son multitudes y que están muertas espiritualmente, sin ilusiones, ni perspectivas, que viven por vivir, que han perdido la esperanza y son como cadáveres vivientes. Yo, Jesús, os hablo.

Sin embargo,  no es necesario hijos que Yo vuelva a morir, porque ya Me preocupé de dejaros buenas armas y medicación para que el alma reviviera. Ahí tenéis el Sacramento de la Confesión que a tantas almas ha regenerado. Ahí tenéis Mi Sacrificio Eucarístico que asistiendo y oyéndolo en las debidas disposiciones tantas gracias os da. Tenéis a Mi Santa Madre que os espera impaciente para que le pidáis la reconversión y la ayuda maternal que solo Ella os puede dar. Y todo lo que el Magisterio de la Iglesia os ha dejado para la vida del alma y el crecimiento en la santidad. No desaprovechéis tanto como tenéis y pedid ayuda a vuestro Ángel Custodio, para que él  os guíe  a saber encontrar el verdadero camino de salvación que a cada uno le hace falta. Yo, Jesús, os hablo.

No os rindáis ante la conciencia que tenéis de pecado, más bien poned remedio para salir de él, y cuantas veces caigáis, cuantas veces que os tenéis que levantar. Hijos, que Mi Preciosísima Sangre no se pierda en vosotros y que os sirva de regeneración para la agonía que estáis padeciendo en vuestra alma. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.

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