MENSAJE
DE SANTA LUCÍA
“Mis Amados Hermanos,
Yo, Lucía, vengo nuevamente del Cielo para decirles: “Recen más, recen con el
corazón, mediten todos los Mensajes.”
Y no queden apenas
oyendo los Mensajes, guardando y amontonando Mensajes sin meditarlas y sin
colocarlas en práctica, pues, de esta manera, la Palabra de Dios, la Palabra de
la Madre de Dios será ineficaz en sus vidas.
La Palabra Divina sólo
es eficaz para aquellos que meditan en ella.
La Palabra del Señor es
admirable, extraordinaria para aquellos que meditan en ella.
Si ustedes meditan en
los Mensajes que Nosotros les damos aquí, ustedes conocerán cosas maravillosas.
Ustedes se encuentran
muchas veces áridos, fríos, secos espiritualmente, porque no meditan los
Mensajes. Medítenlas y ustedes comenzarán a crecer como un jardín verdoso de
Santidad y el desierto espiritual desaparecerá de sus almas.
En este mes del Santo
Rosario, aumenten su Llama de Amor por el Santo Rosario, rezándolo más,
propagándolo más y sobretodo, imitando el amor de los Santos por esa Oración que
ya llevó tantas y tantas millones de almas para el Cielo.
Yo, Lucía, les amo
mucho a todos y les digo: “La Perfecta Caridad, la Llama de Amor por Dios sólo
entrará y crecerá en sus corazones, cuando ustedes se decidan por Dios, por el
Cielo y cuando renuncien definitivamente a las cosas mundanas, a la voluntad de
su carne, despreciándola para así, someterse al señorío del alma, del espíritu.”
Ejercítense todos los
días como Yo hice en el desprecio de su carne y muy pronto ella obedecerá
dócilmente a su espíritu y ustedes sentirán en sus corazones la libertad de los
Hijos de Dios.
A todos Yo bendigo con
amor: de SIRACUSA… de CATANIA… y de JACAREÍ.”
(Marcos): “Hasta
pronto Mamita del Cielo. Hasta pronto.”
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