19 mar 2016

Mensaje mensual Ene 2016 - Monte Faro de Luz - España

2 de Enero de 2.016
Monte Faro de Luz [Valencia de Alcántara (Cáceres)]




El vidente hace una oración:
“Sí, Madre, gracias por estar aquí, gracias por bendecirnos, yo te pido, Madre, como tantas veces te he pedido, por estos hijos tuyos, mis hermanos, que traen en sus corazones tantas cosas para depositarlas en tu Corazón, sánalos, cúralos, sánalos, cúralos, sánalos, cúralos.
Dame a mi también la fuerza para seguir caminando en este caminar que mi Dios Creador, tu Hijo Salvador y el Espíritu Santo Contigo soy instrumento para llevar el Mensaje de tu Corazón al mundo. Hazme nada, hazme pequeño, hazme humilde, que pisotee al Dragón, Madre, y dame Luz para que yo también de Luz al mundo.”

Ntra. Madre comienza su mensaje:
Pequeños míos, hijos míos, paz tengáis en vuestros corazones y Luz de mi Luz en vuestras almas.
Os bendigo, hijos míos, cómo no, si sois mis hijos predilectos, sois también vosotros los pastores del mundo, los guerrilleros de mi Corazón, mis polluelos.

Gracias, hijos míos, por venir una vez más a mi Casa Faro de Luz; Yo quiero salvar al mundo con vosotros, hijos míos, con los que estáis aquí y los que están el mundo.

Yo soy Madre de todos los hombres, y mi Hijo de Amor, con mi Padre, mi Señor y el Espíritu Santo, mi Esposo, me trasladan a los lugares del mundo para que mis mensajes vosotros los pongáis en práctica y sean salvación de los hombres; meditadlo, hijos míos; este mes a mi hijo JUAN.

Y os digo que llevéis siempre el Rosario con vosotros, que lo recéis mucho, es un baluarte, hijos míos, para vuestro caminar en el mundo, porque Yo siempre estaré con todos vosotros. Cuidado con el Dragón, hijos míos, con Satanás, merodea y merodea a todos los corazones del mundo, quiere llevárselos y también a vosotros, por eso osdigo que llevéis siempre consigo el Rosario, la oración que tanto me agrada; cuántas almas se salvan diariamente por vuestros rosarios; Yo los llevo al Altar de mi Dios, vuestro Dios, y cada uno tenéis un nombre y Yo los pongo en la Mesa Celestial a mi Dios Creador, vuestro Dios Creador, y mi Dios Creador, vuestro Dios Creador, salva, porque mi Corazón Inmaculado hace que mis hijos sean puros y vean la Luz y lleven la Luz.

La pureza, hijos míos, está en el Amor y la Salvación; tantas veces os he dicho, haceos como niños, los niños no hacen daño; vosotros tenéis que ser niños, desprendeos, hijos míos, de todo aquello que os estorba; buscad el camino de la Cruz de mi Hijo, es muy pesada, pero al final es llevadera, porque mi Hijo de Amor, vuestro Dios, no os va a dejar que llevéis más Cruz que la que llevó Él.

Sed perfectos en la oración, sed oradores; tantas veces lo he dicho aquí y en todos los lugares del mundo, Sagrario, Sagrario, Sagrario. Haced grupo, hijos míos, porque muy pronto, muy pronto, hijos míos, vais a desear sacerdotes y Comida de mi Hijo, Cuerpo y Sangre, y vais a ir ambulando de lugar en lugar para tener en vuestros cuerpos a mi Hijo.

El mundo se destrona, hijos míos, los hombres no quieren a su Dios. ¿Os acordáis de Caín y Abel? Uno mató al otro por envidia, celos, rencores; aquel que tenia humildad, aquel que era bueno, pero el otro lo mata; así está pasando en el mundo hoy, que los hombres no se quieren, incluso en las familias, en los padres, en los hijos, en los esposos, en las esposas, hay un desbarajuste, como vosotros decís en la tierra, de que no se entienden ¿Por qué, hijos míos? Porque no tienen a su Dios en sus corazones y han olvidado cada día más; por eso Yo vengo aquí a mi Casa Faro de Luz, como en tantos lugares del mundo, a que vosotros mis polluelos, mi ejército, pidáis por todos vuestros hermanos del mundo.

La tierra está sangrando, hijos míos; la Masonería está cada día más en todos los lugares; en la Iglesia, en muchos jefes de gobierno, en muchos hombres que quieren ser poderosos; hasta en aquellos que no son nada ni nadie ha entrado el Demonio para destruir al mundo; por eso estáis viendo la catástrofe que hay en el mundo, las guerras... ¡Que desolación, hijos míos! Cuanta pena tiene mi Corazón; porque Yo lo sé todo y veo todo; porque mi Dios me lo da todo; con mi Hijo vemos lo que está pasando y va a pasar al mundo.
Pero vosotros, hijos mío, si cogéis como os dije al principio la oración del Rosario, el Sagrario, la perfección en la oración, mi Dios Señor, vuestro Dios Señor aplacará y suavizará tanta catástrofe.

Pedid mucho, hijos míos, por vuestros hijos; ayudadlos, sembrad en sus corazones el nombre de mi Hijo, el amor a mi Hijo, al Dios Todopoderoso. Sí, hijos míos, hacedlo, todavía estáis a tiempo; pero vosotros tenéis que ser humildes, sencillos; luces en vuestro contorno; amaos pero de verdad; no poseáis más de lo que tenéis y lo que queréis tener; sed nada, ayudad a vuestro hermano, aquel desvalido, a aquel que está sufriendo, apoyadle, dadle un aliento, dadle confianza, llevadle la esperanza, habladle de su Dios, mi Dios, vuestro Dios.

Habrá en el mundo una paz y una fe en los hombres, pero luego vendrá el Dragón y todo aquello que el hombre ha visto pero no ha consumido, porque no lo quiere, vendrá entonces la desolación a la tierra.

Hijos míos, el mundo se salvará si hay oración, si hay amor, si hay humildad. Hijos míos, Satanás entra por los sentidos, pero cuando tiene a la presa, ya la presa no puede retroceder, porque Satanás la devora, se la come, se la lleva al Infierno.

Con vuestras oraciones hoy han salido muchos demonios de muchos hijos míos en el mundo y se están liberando del poder de las tinieblas que tienen en sus corazones, por eso vosotros, pisoteadle, odiadle, maldecidle; Satanás no puede triunfar más en la tierra.
Hijos míos, haced oración, haced penitencia, haced el silencio que os he mandado un día al menos; a la semana o al mes ya; silencio con los ojos puestos en el cielo y todo el día alabando a vuestro Dios, mi Dios.

Yo soy Luz y doy Luz, y esta es mi Casa, tierra de amor y de salvación. Venid a este Santo Lugar donde Yo estoy; hoy vengo toda de blanco, porque sabéis cómo en la tierra hacéis un acto tan bonito para mi Corazón, el Nacimiento de mi Hijo ¡Ay si supierais como Yo cuando tuve a mi Hijo, que no encontraba sitio donde tener al Autor de la vida, a Dios, vuestro Dios, mi Dios! Y fue en aquella caverna o cuadra; tuve a mi Hijo, los dos solo, mi Esposo y Yo; en la pobreza absoluta, al Rey de Reyes, al Dios. De Verdad, hijos míos, ¿no lo pensáis alguna vez, cómo tantas hijas mías o hijos míos quieren que los hijos nazcan en palacios, en riquezas, opulencias? Y todo un Dios, mi Hijo de Amor, nace en un pesebre, sin nada ¿Cómo Yo, la Esclava del Señor, la Pobrecita de Nazaret, tuve a mi Hijo en un establo? No, hijos míos, no busquéis riquezas nunca, no busquéis oro, buscad la sencillez; los sencillos van al cielo; y muchos que buscan la opulencia, el descaro, la malicia, el oro, esos, hijos míos, es difícil que entren en el cielo.

Imitadme, hijos míos, imitad mi Corazón; imitadme, porque Yo, vuestra Madre, os llevo a todos en mi Corazón y siempre estaré con vosotros. Venid y hablad Conmigo, decidme todas estas cosas que traéis en vuestros corazones, para que Yo os alivie y os ayude con todo mi Corazón. Y os doy una bendición especial esta tarde a todos vosotros, a vuestros hijos y familia. Buscad y hallareis, llamad y se os abrirá; y decid: “Jesús, mi Dios, no me olvides; ven a mi Sagrario, a mi corazón, entra, Jesús, en mis entrañas, porque un día me hiciste y yo quiero estar siempre, siempre Contigo en tu Corazón. Jesús dame Luz y fuerza para caminar este caminar que no comprendo; pero Tú me harás comprender y me llevarás al monte dónde estás Tú con los brazos abierto para llevarme un día al Cielo”.

Así, hijos míos, decídselo a mi Hijo, a vuestro Jesús, a vuestro Dios. Y ahora, hijos míos, os bendigo, pero antes como siempre, mi Dios, vuestro Dios, Padre Creador, mi Hijo de Amor Salvador, el Espíritu Santo, mi Esposo Santificador, y Yo vuestra Madre Miriam, Corazón de María, Faro de Luz, Faro de Luz,
Faro de Luz. Adiós pequeños míos, adiós hijos míos, adiós hijos.
..
Ntra. Madre en Monte Faro de Luz.

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