13 de Abril del 2016
Mensaje Público
María Refugio del Amor Santo dice: “Alabado sea Jesús.”
“Para que se pueda convertir el
corazón del mundo, primero tiene que reconocer, al igual que toda alma,
sus pecados ante el Corazón de Dios. Por eso el corazón y el alma del
mundo tienen que pasar por la Llama purificadora de Mi Inmaculado
Corazón. Al hacerlo, se les dará a conocer todos los errores que se
interponen entre el corazón del mundo y la Voluntad de Dios. Se van a
desarrollar ciertos eventos que enfatizarán la dependencia del hombre en
la Provisión de Dios.”
“El dominio de Dios sobre toda la
Tierra y todas las almas siempre está presente, aunque la humanidad no
pueda reconocerlo o aceptarlo. A través de la Llama de Mi Corazón, toda
la humanidad enfrentará una experiencia de conversión. La forma en que
responda cada alma será decisión de la libre voluntad. En tiempos de
Noé, pocos escucharon. En tiempos de Jonás, todos respondieron
positivamente y la Justicia de Dios no visitó la Tierra. La humanidad
tiene que elegir calmar a Dios o provocar Su Justicia.”
Leer Jonás 3:1-10
La palabra del Señor fue
dirigida por segunda vez a Jonás, en estos términos: “Parte ahora mismo
para Nínive, la gran ciudad, y anúnciale el mensaje que yo te
indicaré”. Jonás partió para Nínive, conforme a la palabra del Señor.
Nínive era una ciudad enormemente grande: se necesitaban tres días
para recorrerla. Jonás comenzó a internarse en la ciudad y caminó
durante todo un día, proclamando: “Dentro de cuarenta días, Nínive será
destruida”. Los ninivitas creyeron en Dios, decretaron un ayuno y se
vistieron con ropa de penitencia, desde el más grande hasta el más
pequeño. Cuando la noticia llegó al rey de Nínive, este se levantó de
su trono, se quitó su vestidura real, se vistió con ropa de penitencia y
se sentó sobre ceniza. Además, mandó proclamar en Nínive el siguiente
anuncio: “Por decreto del rey y de sus funcionarios, ningún hombre ni
animal, ni el ganado mayor ni el menor, deberán probar bocado: no
pasten ni beban agua; vístanse con ropa de penitencia hombres y
animales; clamen a Dios con todas sus fuerzas y conviértase cada uno de
su mala conducta y de la violencia que hay en sus manos. Tal vez Dios
se vuelva atrás y se arrepienta, y aplaque el ardor de su ira, de manera
que no perezcamos”. Al ver todo lo que los ninivitas hacían para
convertirse de su mala conducta, Dios se arrepintió de las amenazas que
les había hecho y no las cumplió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario