2 may 2016

Mensaje 28 abr 2016 - España - Saber defender la fe catolica...

Hijos Míos, una vez más Me comunico con vosotros en el deseo de mostraros cuanto y que grande es mi amor. Yo, Jesús, os hablo.
Sed prudentes hijos, sed prudentes en vuestras discusiones, con vuestros hermanos de fe y párrocos, porque en vuestras encendidas charlas ofendéis gravemente a muchos de Mi Jerarquía y al Papa. Una cosa es que defendáis la fe católica de siempre y otra muy distinta es que empleéis insultos, palabras despreciables y coléricas y ofendáis gravemente a los obispos y clero de Mi Iglesia. Yo, Jesús, os hablo.
Debéis ser movidos por Mi Santo Espíritu en la defensa de la fe y no por el espíritu del Mal que desea enemistaros, encresparos, manipularos, para que os convirtáis en personas que odien y no que amen. Toda corrección que no sea hecha por amor a Mí o a las almas, es una corrección que se la lleva Satanás y no da fruto. Yo, Jesús, os hablo.
La humildad y mansedumbre debe regir siempre vuestras discusiones y puntos de vista, nunca la cólera o la ira, por tanto hijos, no Me dais gloria cuando os dejáis llevar de vuestro genio y empleáis esas palabras despectivas que tanto Me hieren aunque se refieran a personas que vayan contra Mí.  El Cielo entero os observa en vuestras acciones y debéis ser moderados, equilibrados, sin temor, pero con mucha dosis de amor, porque estos son los sentimientos de Mi Santo Espíritu, Sus frutos, y no los que empleáis vosotros cuando creéis que tenéis razón. Y aunque la tengáis de verdad, la forma de defender la fe católica no es adecuada si no lo hacéis con misericordia, bondad y mansedumbre hacia quienes os dirigís. Yo, Jesús, os hablo.
Si fuerais almas de oración más que de información, seríais almas influidas por Mi Santo Espíritu  y no por vuestro amor propio, que bien sabéis que es mal consejero, y la soberbia es un pecado que debéis de evitar en todo momento, tengáis o no tengáis razón, porque Yo deseo almas que Me den gloria y no que Me agravien con sus modos de reaccionar o su forma de ser. Antes de hacer cualquier cosa que se refiera a vuestra fe invocad a Mi Santo Espíritu o la protección y ayuda de Mi Santa Madre y de vuestro Santo Ángel de la Guarda, y una vez invocado de todo corazón, podéis poneros a discutir con paz y  mansedumbre lo que creéis que está mal y os obliga a dar la cara por vuestra fe. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Mi paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.

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