21 feb 2017

Mensaje 12 feb 2017 - Jacarei: El Padre Eterno: Quiero conquistarlos a traves de Maria...

MENSAJE DE DIOS PADRE

“Marcos, Mi hijo amadísimo, Yo, el Padre Eterno, Soy tu regalo de aniversario hoy, y vengo con Mi Hija Predilectísima María para darte Mi regalo paternal de tu cuadragésimo aniversario hoy.

Derramo sobre ti nueva efusión de Mi Gracia, nuevos Dones del Espíritu Santo y también nuevas gracias del Corazón Misericordioso de Mi Hijo Jesús e infundo ahora en ti nuevos Dones, nuevos Talentos, infundo en ti nuevas gracias y también nuevo poder de la Llama de Amor de Mi Hijo, que es el Espíritu Santo, de la Llama de Amor de Mi Hija Predilectísima María, que es Mi Espíritu de Amor e infundo en ti ahora todas estas gracias y te doy ahora un nuevo grado de Gracia Santificante en la tierra y un nuevo grado de Gloria equivalente en el Cielo…

Amado hijo, hoy, todo el Paraíso y toda la tierra se alegran por tu nacimiento. Tu nacimiento es un Don de Mi Amor al mundo, porque a través de ti puedo realizar ahora en estos tiempos finales de la apostasía, Mi Obra de Amor para la salvación de Mis hijos y para la conservación de Mi Fe, de la Fe Católica en las almas de Mis hijos y en la humanidad.  

Tu nacimiento es un Don del Amor de Mi Corazón para toda la humanidad, porque a través de tu vida, de tu “Sí” y de tu amor, pude mostrar Mi verdadera faz paterna, Mi faz de padre y de amor a todos Mis hijos.

Tu nacimiento es un Don de Mi Amor para toda la humanidad, porque por medio de ti pude aproximarme de Mis hijos en estas Apariciones, pude hacerles sentir Mi Amor, Mi Misericordia, Mi inmenso deseo de salvarlos y pude verdaderamente dar a ellos, las gracias de Mi bondad y de Mi Espíritu de Amor.

Tu nacimiento es un Don de Mi Amor para toda la humanidad, porque a través de ti pude realmente hacer maravillas en este lugar, conversiones, pude atraer a Mis hijos para la oración, para la penitencia que los reconcilia Conmigo, que abre las puertas de Mis Gracias para ellos, que los une Conmigo y que los lleva a la verdadera santidad.

Tu nacimiento es un Don de Mi Amor para la humanidad, porque a través de ti, enviando a María hasta ti y por medio de ti a todos estos Mis hijos, pude hacer Mi Luz y Mi Gracia esparcirse por todo el mundo, tocando, convirtiendo y transformando corazones.

Sí hijo Mío, tu nacimiento fue un Don de Mi Amor para la humanidad, y después de esto, la humanidad no puede más dudar de lo cuanto la amo, pues nunca abandoné a Mis hijos y a lo largo de la historia, siempre envié Profetas, Santos y a Mi propio Hijo, para llamar a todos Mis hijos a Mí, para reconciliarlos Conmigo y para mostrarles el camino que deben seguir para llegar hasta la salvación, hasta a MÍ en el Cielo. Y en este tiempo no fue diferente, Yo di a la humanidad, Yo di al mundo entero a ti, que eres Mi apóstol, Mi hijo, que eres Mi mensajero, Mi servidor fiel y por medio de ti, pude hacer con que Mi Gracia Salvadora llegase a tantos de Mis hijos que estarían irremediablemente perdidos y condenados, si no hubieses nacido.

Por eso Mi hijo, alégrate y todos Mis hijos buenos, todas las almas de buena voluntad, alégrense en ti y por ti, porque verdaderamente por ti y en ti, mostré al mundo entero cómo es grande Mi Amor. Mostré también cuan grande es Mi Amor por ti dándote a Mi Hija Predilectísima María, para ser tu Madre, Maestra, Consejera, para ser tu ampáro, refugio, luz y amor.

Sí, eras un niño muy amoroso y Yo sabiendo de todo eso, te envié a María, bellísima, tiernísima, dulcísima, para que en el amor, en el cariño, en la dulzura de Ella, tu corazón fuese conquistado por Mí y Ella entonces te uniese Conmigo. Mi Plan no falló como jamás podría fallar siendo Yo la Eterna, Perfecta y Divina Sabiduría. Quedaste enamorado por María, y al enamorarte por la Madre de Mi Hijo, por Mi Princesa, tú también te fuiste enamorándote por Mi Hijo Jesús y por Mí, y así, conquisté tu corazón y fuiste todo Mío.

Y es así también que quiero en estos tiempos conquistar el restante de Mis hijos. Quiero conquistarlos a través de María, del Amor de María, de la dulzura de María, del cariño de María, de la belleza de María, de la Gloria de María, de la Santidad de María, pues, en la Santidad de Ella, pueden ver la Mía, en el Amor de Ella, pueden sentir el Mío, en el cariño de Ella, pueden sentir el Mío y en el Corazón de Ella, pueden verdaderamente sentir el Amor de Mi Corazón por todos ustedes, pues, fui Yo que así la hice tan amorosa y la preparé para ustedes.

¡Oh hijitos! Yo deseo que vengan a Mí por Ella y tú Mi hijo Marcos, verdaderamente eres un hombre bendecido y agraciado por Mí. Tú quedarás para la historia como el hombre que conoció verdaderamente cuan grande es el Amor de Dios por ti mismo y por la humanidad. Tú debes quedar como Mi Llama incesante de Amor, la Llama incesante de Amor por María para toda la posteridad. Quedarás como señal de Mi Gran Amor por la humanidad y cuando todos miraren para tu vida y para todo lo que Yo y Mi Princesa María hicimos por ti, la humanidad Me dará Gloria, Honra y Alabanza. Todos golpearán el pecho proclamándome: SANTO, SANTO, SANTO Y entonces, toda lengua se abrirá para alabarme, para bendecirme, para adorarme y glorificarme, y entonces reinaré, reinaré absolutamente en todos los corazones y en todas las Naciones.

Hijo, después de haberte dado a María con todas las gracias que Ella te trajo, te dio en estas Apariciones, Yo también probé por fin Mi Amor por ti dándote a tu padre espiritual, Mi hijo predilectísimo Carlos Tadeo. En el amor de él, puedes sentir el Mío, en el cariño de él, puedes sentir el Mío, en el cuidado, en la protección, en el ampáro, en la comprensión y en la mirada de él, puedes sentir Mi Amor, Mi protección, Mi cariño y ampáro, en la voz de él, puedes sentir la Mía que te habla con amor. Después de Yo haberte dado tal padre, jamás podrás dudar que te amo, porque te di este Mi hijo bendito y amado para ser verdaderamente para ti Mi señal y hacer Mis veces junto de ti cuando no te aparezco.

Entonces hijo Mío, alégrate, alégrate, porque verdaderamente eres muy amado por Mí y a estos Mis hijos también digo: “Alégrense, porque aquí no mostré, no revelé únicamente a Mi hijito Marcos Mi Amor, pero por medio de todo lo que di e hice a él, mostré también cuanto los amo, cuanto los quiero, cuanto los benedigo trayéndolos aquí en este lugar que es Mi Segundo Cielo en la tierra, que es Mi Palacio en la tierra y que es el arca de salvación que Yo preparé para ustedes, para todos ustedes Mis hijos.”

Yo les amo, Yo amo a todos con toda la fuerza de Mi Amor Divinal y Paternal, y a ustedes y a Mi hijo Marcos ahora bendigo y por fin pido: “Continúen rezando el Rosario de la Madre de Mi Hijo, de María, de Mi Princesa Santísima, todos los días.” Por medio de ello, Yo siempre más los bendeciré, enriqueceré con Mi Gracia y a cada Rosario que ustedes recen, verdaderamente Yo derramaré sobre ustedes Mis bendiciones paternales. En verdad, a cada vez que ustedes dijiren: Dios te salve María, llena eres de gracia… Yo derramaré sobre ustedes un rayo de Mi Gracia Divinal que llenará su alma de luz, de paz, de vida sobrenatural y los hará verdaderamente llenos de Mi Espíritu Santo.

A todos Yo bendigo con amor: de JERUSALÉN… del MONTE SINAÍ… y de JACAREÍ.


*Coronilla de Dios Padre (rezar todos los domingos):




MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

“Amadísimos hijos Míos, hoy, cuando ustedes celebran aquí el aniversario natalicio de Mi hijo Marcos y también Mi fiesta como la Señora de la Escuela, Protectora de todos los profesores y maestros del mundo, Yo vengo a ustedes para decirles: “Entren en Mi escuela de santidad y salvación que Yo abrí aquí a través de Mi hijito Marcos Tadeo.”

Entren en esta escuela de salvación y déjense formar por Mí en ella todos los días: en el amor, en la oración, en el sacrificio, en la penitencia, en la humildad, en la obediencia a Dios.

Entren en esta escuela de santidad, renunciando a las malas enseñanzas de la escuela del mundo, o sea, la impureza, la soberbia, la pereza, el orgullo, la envidia, la concupiscencia, la soberbia y todos los demás vicios y pecados de esta tierra, para que entonces, Yo pueda enseñar a ustedes la buena doctrina de la salvación que es Jesús, que es Su Palabra y Su Evangelio, que Yo aquí anuncio para ustedes con el amor y el toque de Mi Amor Materno.

Entren para Mi escuela de santidad, pues, Yo aquí enseño a ustedes la misma cosa que enseñé a Mi Hijo, el Niño Jesús: obediencia a Dios, hacer la Voluntad del Padre en todo tiempo y lugar, luchar por la salvación de las almas, sufrir por la salvación de los otros, rezar, amar a Dios sobre todas las cosas, hacer Su Voluntad.

Era eso lo que Yo enseñaba a Mi Hijo Jesús, sobre todo a las tardes, cuando Yo lo colocaba en Mis rodillas y le enseñaba la Divina Escritura, le enseñaba la Ley del Señor. Eso es lo que Yo les enseño aquí, eso es lo que Yo enseño a ustedes aquí, vengan para Mi escuela, que aquí voy a enseñar todo eso a ustedes y les explicaré todo aquello que Mi Hijo Jesús no les explicó hace 2000 años atrás, porque los hombres no estaban preparados para entenderlo y saberlo.

Entren para Mi escuela de santidad, que aquí Yo enseñaré a ustedes la verdadera santidad, que consiste en amar a Dios y hacer Su Voluntad, renunciando a la de ustedes. Yo les enseñaré lecciones preciosísimas, les enseñaré a cómo morir para ustedes mismos y su voluntad, cómo vaciarse, desapegarse de las cosas mundanas, cómo dar sus cuerpos y sus almas a Dios, cómo ustedes podrán tornarse Llamas incesantes de Amor. Todo eso Yo he enseñado hace 26 años a Mi hijito Marcos, Mi primer y mejor alumno de Mi escuela.

¡Ah! Él no fue apenas el mejor alumno de su escuela terrestre, es el mejor alumno de Mi escuela celeste también. Y si ustedes oyeren lo que él como mejor alumno y más viejo, enseñare a ustedes, ustedes también aprenderán Mis maternas lecciones, serán buenos alumnos en Mi escuela de santidad, serán aprobados por Mí y por el Señor, y recibirán el diploma celeste de Grandes Santos.

Entren en Mi escuela de santidad, siguiendo los pasos de Mi hijito Marcos. ¡Ah! Cuantos se preguntan: “¡Ah! ¿Cómo él puede amar así a la Madre de Dios? ¿Cómo pudo haber hecho tantas cosas, tantas obras para Ella?” ¡Ah Mis hijos! Pero es que él dilató muchísimo su corazón para Mi Llama de Amor por muchas y fervorosas, fervientes oraciones, ardientes sacrificios y ayunos, ardientes esfuerzos para agradarme, para obedecerme, para servirme, incluso cargando una pesada cruz e incluso cuando Mi Voluntad que era difícil, repugnaba su humanidad, aún así él se esforzó para hacer aquello que Yo quería. Por eso, por eso él fue capaz de hacer tanto por Mí.

Las pisadas de él son muy profundas y cualquiera puede verlas, pisar en ellas y seguir por el camino por el cual Yo lo llevo. Jacareí es una Aparición que dispensa explicaciones, porque aquí Yo ya hice a Mi hijito Marcos dejar pisadas bien profundas para que todos puedan seguirme pisando en las pisadas de él. Por eso Mis hijos, ustedes pisen en las pisadas de él: de oración, de sacrificio, de amor, de fidelidad, de obediencia a Mí y ustedes con él, llegarán seguramente a la graduación celeste, recibiendo finalmente el diploma de Grandes Santos y de verdaderos hijos de Dios y Míos.

Agradezcan a Dios y también a esta Su Madre Celeste que dio a ustedes un amigo, un compañero y al mismo tiempo también un profesor, que hace Mis veces aquí cuando no estoy en la Aparición aquí y que habla a ustedes aquello que es Mi Voluntad, que muestra a ustedes el camino que Yo quiero que sigan, que muestra a ustedes lo que Yo quiero que hagan, que apunta para ustedes el camino cierto e impide a ustedes de tomaren el camino errado, de engañarse y de perderse. Ese es el papel de Mi hijo Marcos, hacer Mis veces aquí junto de ustedes cuando Yo no estoy aquí en la Aparición hablando personalmente a ustedes. Es por medio de él que Yo hablo en los cenáculos, en sus meditaciones, charlas, oraciones grabadas y hasta en las conversaciones comúnes en el dia a día. Muchas veces Me sirvo de él para decir a ustedes lo que quiero, cual es Mi Voluntad y no se preocupen por descubrirla, más día, menos día, a través de Mi hijito Marcos, les diré. Y entonces, toda confusión en la mente de ustedes saldrá y ustedes verán claramente el camino que deben seguir.

Agradezcan a Dios, agradezcan a Mí, por haber dejado aquí un hijo que dilató tanto su corazón a Mí, para Mí, al punto de Mi Corazón, muchas y muchas veces, latiere al unísino con el corazón de él y Yo misma vine del Cielo para a través de él, revelarme a ustedes, revelar Mi Amor, hacer sentir Mi cariño en el cariño de él y en el amor de él, Mi Amor por todos ustedes. ¡Ah Mis hijos! Sí, Yo y él somos uno y muchas y muchas veces, por medio de él, hablaré a ustedes.

Recen para que ustedes tengan la sabiduría para dicernir y reconocer cuando hablo a ustedes por medio de él y entonces, ustedes verdaderamente sentirán una gran alegría y paz por sentir Mi Amor, Mi Voluntad y aquello que quiero de ustedes. Hoy, en la fiesta de Su Madre del Cielo como la Señora de la Escuela y también en la fiesta del aniversario de Mi hijo más amado, predilecto, más obediente, más dedicado y esforzado, en la fiesta del aniversario de Mi Llama incesante de Amor, a todos Yo digo: “Los amo mucho y la prueba de Mi gran Amor por todos, son Mis Apariciones aquí y todo aquello que di a ustedes a través de la persona, del trabajo, de la obra de Mi hijito Marcos. En él, en el esfuerzo de él, en el sacrificio de él, en la donación incansable de él, trabajando para salvar a todos ustedes, ustedes pueden sentir cuanto los amo, cuanto lucho por ustedes y cuanto quiero la salvación de todos ustedes.”

Recen Mi Rosario todos los días.

(Ahora sólo se dirige a Carlos Tadeo y a Ricardo Batalla):

Y en cuanto a ti amadísimo hijo Carlos Tadeo, Yo te di el hijo más querido, el hijo más amado de Mi Corazón. Yo te di el niño más puro, el niño más amoroso, el niño más inocente que encontré en la faz de la tierra, para conversar con él, hablar y para a través de él, salvar a Mis hijos.

Tú tienes en tus manos el más querido tesoro de los últimos tiempos que Yo tengo. Tú tienes en tus manos el hijo bienamado del Padre. Tú tienes en tus manos la oveja predilecta del Hijo. Tú tienes en tus manos el templo más querido y amado del Espíritu Santo. Tú tienes en tus manos el hijo que es la obra extraordinaria de Mi Inmaculado Corazón, la lámpara que Yo encendí para iluminar el mundo entero y destruir todas las tinieblas. Yo te di por hijo a aquél que Yo profeticé a Mi hija Mariana de Jesús Torres y que es el hijo bienamado de Mi Corazón que va a resucitar todas Mis Apariciones, hacer con que todos Mis hijos conozcan Mi Amor y en ellos Mi Corazón Inmaculado triunfe sin rival en todas las Naciones.

Por eso, tú prelidectísimo hijo Carlos Tadeo, tienes en tus manos Mi instrumento más precioso, Mi joya preciosa más cara. Tú tienes en tus manos el hijo más estimado y querido de Mi Corazón. Tú debes sentirte feliz, porque te di gran gracia, gran regalo, gran honra y gran don. Rece, rece, rece, para ser capaz de comprender tal gracia y misión, comprender tal favor, tal bendición que te di y al mismo tiempo, para que puedas comprender cómo debes ser padre, no apenas espiritual, pero también humano de Mi hijo Marcos Tadeo.

Entonces hijo Mío, verdaderamente, Mi Llama de Amor fundirá a ustedes dos en un solo corazón y en una sola Llama de Amor y juntos, por medio de ustedes, nada, nada podrá detener el gran rayo de luz que Yo desprenderé de Mi Inmaculado Corazón para cegar y paralizar a Satanás y salvar el mundo entero.

Yo te amo Mi hijo, Carlos Tadeo y también hoy, Yo te doy la bendición de Mi Inmaculado Corazón y a todos, a todos Mis hijos, a Mi hijo Ricardo Batalla que Me dio esta bellísima corona y que mañana retornará para Mi tierra amada de Portugal, a él una vez más digo: “Gracias Mi hijo querido por este gran regalo que Me diste. Por esta corona que Me diste en la tierra, te daré otra de luz bellísima y vivísima en el Paraíso. Y todos los días de tu vida, estaré cubriéndote con Mi Manto de Amor y protegiéndote con tus Santos Protectores, y destacando para ti cien de Mis mil Ángeles de la Guarda para protegerte.”

A todos Mis hijos que están aquí, a los que Me oyen ahora por Mi radio y Mi TV, bendigo con amor: de FÁTIMA… de LOURDES… de ASSEICEIRA… y de JACAREÍ.”

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