26 may 2017

Mensaje mensual Mayo 2017 - Faro de Luz: España: la bola del espacio viene...

6 de Mayo de 2.017
Monte Faro de Luz 

Valencia de Alcántara
Cáceres ESPAÑA


 Pequeños míos, hijos míos, paz tengáis en vuestros corazones y Luz de mi Luz en vuestras almas. 


 Gracias, pequeños míos, por estar una vez más aquí en mi Casa de Amor, Faro de Luz.
 Este mes es un mes muy especial para mi Corazón, quiero que todos vosotros y el mundo entero cantéis el Ave María y que vengáis a mi Corazón a pedirme. Pero mirad, yo me aparezco en el mundo entero a muchos hijos míos con un mensaje especial, es igual en todo el mundo: pedid por los pobres pecadores; quiero salvar al mundo con vosotros, hijos míos.
 

Muchos viven a mi lado y al Corazón de mi Hijo de Amor, pero muchos, muchos están lejos, y ahí donde Yo quiero, hijos míos, que pidáis por todos ellos, por su conversión y la salvación;
pero también os digo a vosotros, hijos míos del mundo: “si no hay caridad no hay amor, no hay fraternidad, no vais al Templo de mi Hijo y al mío y confesáis vuestros pecados y coméis el Pan y la Sangre de mi Hijo, no podéis tener vida eterna”. Por eso haceos pequeños, hijos míos, sed nada, la humildad es el amor y si no hay humildad, hijos míos, no hay nada.

Ya sé que me amáis y amáis a mi Hijo, pero Yo necesito más de vosotros, quiero que seáis guerreros, que llevéis la Palabra de mi Hijo al mundo, que os convirtáis todos los días y vayáis a los Templos a adorar a mi Hijo de Amor.

Os amo, hijos míos, y qué feliz soy cuando estoy con todos vosotros aquí y en el mundo. Yo con mi Manto os abrazo a todos y os pongo dentro de Él, porque quiero salvaros; nada de rencillas, rencores ni cóleras unos con los otros; amaos de verdad, hijos míos, como mi Hijo y Yo os amamos; el mundo sería otro si en el mundo reinase el amor, pero el hombre busca el egoísmo de sus cuerpos, se creen dioses, se hacen dioses, y no es así, hijos míos, tenéis que ser nada y buscad a aquel que está a vuestro lado que necesita una palabra, un aliento, amor.

Sed caritativos, hijos míos, sed de verdad hijos de Dios, mi Dios vuestro Dios. Tantas veces os he dicho que al Cielo va la Pureza, no van los trastos, ni los vestidos, ni el oro, al Cielo va el
corazón humilde, ese es el Cielo, hijos míos, y Yo vengo al mundo para daros estos mensajes y vosotros que los cojáis y meditéis.

El Cielo es para los humildes, entrad por la puerta estrecha, hijos míos, no queráis la ancha, la que os duele, las cruces, los sufrimientos, las penas o ¿no os acordáis de mi Hijo cuando iba con la Cruz a cuestas?, ¿no os acordáis de mi Hijo que fue clavado en una Cruz? Y hoy le crucifican también día a día, minuto a minuto, segundo a segundo, por los sacrilegios que comete el hombre a la Divinidad, al Rey de todo, a mi Dios, vuestro Dios; no seáis vosotros más que vuestro Dios, haceos como niños pequeños y así entrareis en el Reino de los Cielos. 


Ya os he dicho, hijos míos, malos acontecimientos vienen a la tierra, la bola ya, como os he dicho tantas veces, viene despacio pero deprisa, habrá cambios; sí, hijos míos, el sol se
oscurecerá, habrá plagas, ríos de sangre correrán por el mundo, guerras especialmente por la nuclear, que el mundo no se entera y no se está enterando de que Dios es Dios y está avisando con mis mensajes en el mundo para que crean y amen a su Dios y dejen de destruir al mundo.


Pequeños míos vosotros sois mis polluelos, mis pequeños polluelos, seguid el camino de mi Hijo, no os olvidéis del Sagrario y como tantas veces, otra vez os lo digo, haced un Sagrario en
vuestros corazones para que mi Hijo more siempre en vosotros, quereos de verdad esposos, esposas, hijos e hijas y pedid mucho, rezad mucho por aquellos que están confundidos, por
aquellos que matan, por aquellos que odian; y también os digo que en vuestras casas reine el Amor de mi Hijo y mi Amor; enseñad a vuestros hijos, a vuestros nietos, a todos los que estén a vuestro alrededor que solamente hay un Dios, Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, la Trinidad en un solo Dios, es el que rige y el que manda en el mundo y en los corazones de todos los hombres, sin Él, mi Dios, vuestro Dios, no sois nada, nada, hijos míos, pero mi Dios vuestro Dios tiene paciencia con los hombres porque El quiere llevar a todos al Cielo para que moréis en la Mesa Celestial.


Hijos míos subid a la Cruz como siempre os he dicho, pero no miréis para atrás, id siempre subiendo, mirando el rostro de mi Hijo en la Cruz, Él está con los brazos abiertos para acogeros a todos y llevaros a la Mesa del Amor y para la Eternidad.


Tened en cuenta, hijos míos, que el Demonio, Satanás, está acechando vuestros corazones, a todos está haciendo estragos, mucho a las almas pequeñas y grandes, porque él quiere  llevarse a todos al Infierno, por eso os digo: Sagrario, Sagrario, dialogar con mi Hijo, amarlo que Él os bendice a todos siempre cuando estéis y le pidáis por vuestras almas.

Satanás ya lo veis, muchos jefes de gobierno están aniquilando a los pueblos, por su soberbia, sus robos, su miseria; ese es Satanás, el que se mete en sus corazones; pero también se mete en las almas pequeñas, los enredan por sus gustos, placeres; pero vosotros tenéis que ser astutos y decirle: “vete de mí, no quiero nada contigo Satanás, yo solamente amo a mi Dios y quiero a mi Dios Creador”. 


Cantadme, rezadme, pronto mi Corazón y el Corazón de mi Hijo triunfará en el mundo entero; pero ya, como tantas veces os he dicho aquí y en el mundo, vendrán cosas terribles a la tierra, mi Dios vuestro Dios pondrá a prueba, el que está con mi Dios, vuestro Dios, se salvará, el que no morirá para siempre en las negruras del Infierno; pero no tengáis miedo, hijos míos, Yo no soy Madre de miedos, soy Madre de Amor, por eso estoy aquí con vosotros para daros estos Mensajes de Amor, y una vez más os digo: “amaos los unos a los otros, quereos y sed felices porque mi Dios, vuestro Dios, quiere que seáis felices; pero no os olvidéis de que mi Dios, vuestro Dios, está en los Templos solo y muchas veces abandonado y que quiere que vayáis vosotros a hablar con Él, a pedirle y Él se entregará a vosotros, porque Él es Amor, Verdad y Vida.


Ahora, hijos míos, os doy la bendición, pero, como siempre, mi Dios Padre Creador, vuestro Dios Padre Creador, mi Hijo Salvador, el Espíritu Santo mi Esposo Santificador y yo vuestra
Madre Miriam, Corazón de María, Faro de Luz, Faro de Luz, Faro de Luz.


Adiós, hijos míos, adiós pequeños, adiós hijos...

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