14 de Junio del 2017
Mensaje Público
Nuevamente veo una llama que he llegado a reconocer como el Corazón de
Dios Padre. Dice: “Yo soy el Señor, tu Dios. Yo creo cada hojita de
césped; cada hoja de cada árbol, cada nube en el cielo. Yo sé lo que
todo eso necesita para estar bien. Si estoy tan pendiente de toda la
naturaleza, ¿cuánto más me preocupo por cada humano, Mi obra maestra de
la creación? Yo he creado el Cielo, y les he dado el camino para
alcanzarlo. El camino que Yo les doy es la obediencia a Mis
mandamientos. Todos estos mandamientos están contenidos en el Amor
Santo. No los malinterpreten ni intenten redefinir ninguno de estos
mandamientos Míos. Están declarados a la perfección. Con obediencia y
amor filial, agrádenme a Mí obedeciendo Mis mandamientos. Háganlos el
centro de su existencia, dándome así el dominio de su corazón. Dejen
que la verdad de lo que les digo hoy los encuentre.”
Lean Éxodo 20:1-17
Entonces Dios pronunció estas palabras: Yo soy el Señor, tu Dios,
que te hice salir de Egipto, de un lugar en esclavitud. No tendrás
otros dioses delante de mí. No te harás ninguna escultura y ninguna
imagen de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la tierra, o
debajo de la tierra, en las aguas. No te postrarás ante ellas, ni les
rendirás culto, porque yo soy el Señor, tu Dios, un Dios celoso, que
castigo la maldad de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta
generación, si ellos me aborrecen; y tengo misericordia a lo largo de
mil generaciones, si me aman y cumplen mis mandamientos. No
pronunciarás en vano el nombre del Señor, tu Dios, porque él no dejará
sin castigo al que lo pronuncie en vano. Acuérdate del día sábado para
santificarlo. Durante seis días trabajarás y harás todas tus tareas;
pero el séptimo es día de descanso en honor del Señor, tu Dios. En él
no harán ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo,
ni tu esclava, ni tus animales, ni el extranjero que reside en tus
ciudades. Porque en seis días el Señor hizo el cielo, la tierra, el mar
y todo lo que hay en ellos, pero el séptimo día descansó. Por eso el
Señor bendijo el día sábado y lo declaró santo. Honra a tu padre y a tu
madre, para que tengas una larga vida en la tierra que el Señor, tu
Dios, te da. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No
darás falso testimonio contra tu prójimo. No codiciarás la casa de tu
prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su
esclava, ni su buey, ni su asno, ni ninguna otra cosa que le pertenezca.
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