30 de Julio del 2017
Mensaje Público
Nuevamente
veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios
Padre. Dice: “Estoy aquí, Dios, su Creador, el Patriarca de los que me
conocen y de los que no me conocen, de los buenos y de los malvados.
Nadie desafiará Mi Reino. En el mundo, ustedes tienen muchos líderes
malvados; líderes que adoran el poder sobre todas las cosas. Ahora,
estos malvados han adquirido armas de aniquilación masiva; armas que en
manos malvadas pueden destruir el mundo como lo conocen. El primero
que utilice esas armas provoca desolación. Esa persona atrae su propia
destrucción. El líder malvado de Corea del Norte tiene un ángel, igual
que todas las personas lo tienen. El nombre de este ángel es Samuel.
Recen pidiendo que Samuel pueda transmitir a quien está bajo su custodia
las consecuencias de cualquier demostración de fuerza. Sería el fin de
ese líder y el fin de la vida habitual. Toda existencia sería puesta
en peligro. Ningún lugar geográfico sería una protección.”
“Además,
recen por la fortaleza y sabiduría de su Presidente para que mantenga a
raya este mal. El ángel de su Presidente es Zacarías. Él también es
el ángel de este País. Recen pidiendo que su Presidente pueda demostrar
el poder de este País de tal forma que impacte los planes malignos de
Corea del Norte.”
Lean el Salmo 25:1-3
Dios
mío, yo pongo en ti mi confianza; ¡que no tenga que avergonzarme ni se
rían de mí mis enemigos! Ninguno de los que esperan en ti tendrá que
avergonzarse: se avergonzarán los que traicionan en vano.
Jeremías 4:19-22
¡Mis
entrañas, mis entrañas! ¡Me retuerzo de dolor! ¡Las fibras de mi
corazón! ¡Mi corazón se conmueve dentro de mí, no puedo callarme!
Porque oigo el sonido de la trompeta, el clamor del combate. Se anuncia
un desastre tras otro, porque está devastado todo el país: mis carpas
fueron devastadas de repente, mis pabellones, en un instante. ¿Hasta
cuándo tendré que ver la señal y oír el sonido de la trompeta?
Ciertamente, mi pueblo es necio, ellos no me conocen; son hijos
insensatos, faltos de entendimiento; son sabios para hacer el mal, pero
no saben hacer el bien.
Baruc 4:21-22
¡Ánimo,
hijos, clamen a Dios, y él los librará de la tiranía y del poder de sus
enemigos! Porque yo espero que el Eterno les dará la salvación, y el
Santo me ha llenado de alegría por la misericordia que pronto les
llegará del Eterno, su Salvador.