21 de Febrero del 2018
Mensaje Público
Una
vez más veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón
de Dios Padre. Dice: “Yo soy el que soy. Vengo para revelar el mal.
En esta existencia terrenal, a cada alma se le dan opciones entre el
bien y el mal. La diferencia entre las dos se ha vuelto cada vez más
confusa. Es por eso que digo que tienen que amar Mis mandamientos,
porque ellos definen el bien y revelan el mal.”
“Si
conocen Mis mandamientos, verán fácilmente los intentos de Satanás de
confundirlos y ustedes tomarán mejores decisiones. Cambien el rumbo de
sus vidas de esta forma. Yo no hablo para bien Mío, sino para el de
ustedes. Vengo para renovar Mi dominio sobre ustedes. Mi alianza con
ustedes es una alianza de amor.”
Lean Deuteronomio 4:5-8
Tengan
bien presente que ha sido el Señor, mi Dios, el que me ordenó
enseñarles los preceptos y las leyes que ustedes deberán cumplir en la
tierra de la que van a tomar posesión. Obsérvenlos y pónganlos en
práctica, porque así serán sabios y prudentes a los ojos de los pueblos,
que al oír todas estas leyes, dirán: “¡Realmente es un pueblo sabio y
prudente esta gran nación!”. ¿Existe acaso una nación tan grande que
tenga sus dioses cerca de ella, como el Señor, nuestro Dios, está cerca
de nosotros siempre que lo invocamos? ¿Y qué gran nación tiene
preceptos y costumbres tan justas como esta Ley que hoy promulgo en
presencia de ustedes?
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