18 nov 2016

Mensaje mensual noviembre 2016 - España - Monte faro de Luz

5 de Noviembre de 2.016
Cáceres - España

Pequeños míos, hijos míos, paz tengáis en vuestros corazones y Luz de mi Luz en vuestras almas. 


Meditad, hijos míos, a mi hijo LUCAS. 


Hoy vengo de negro, hijos míos, ¡qué dolor siente mi Corazón de tantos sacrilegios que comete el hombre a la Divinidad, a mi Hijo de Amor!; reparad su Corazón vosotros, hijos míos, los que estáis  aquí  y  los  que  están  en  el  mundo,  este  “rebañico,  mis  polluelos”;  rezad,  pedid,  amad; sacrificaos,  hijos  míos,  haced  ayunos  y  penitencias  por  todos  aquellos  hermanos  que  están confundidos,  odian,  matan,  están  desesperados,  porque  Satanás  se  mete  en  sus  corazones  y  no deja vivir al pequeño.

Buscad  siempre  el  Aroma  de  mi  Hijo  y  el  Aroma  de  mi  Corazón;  siempre  estaremos  con vosotros, hijos míos, porque Yo soy Luz y doy Luz y vengo aquí a dar Luz a todos mis hijos que vienen a mi redil. 

¡Qué  pena  siente  mi  Corazón!  Lloro,  hijos  míos,  por  tantos,  como  antes  os  dije,  hijos  ingratos que después, hijos míos, que mi Dios, vuestro Dios Creador, ha creado al mundo y al hombre, no se  postren  de  rodillas  y  pidan  perdón  ¡Ay  de  aquellos  que  hacen  mal  y  saben  que  su  Dios,  mi Dios, existe en sus corazones! No quieren quitarse la careta, llevan doble careta, hijos míos, una de  bondad  y  otra  de  negruras  ¡Cuánto  daño  hace  el  hombre  malvado,  el  que  está  fuera  de  su Dios!: estragos en la tierra a mis pequeños;  ya han tenido su merecido aquí en la tierra, por eso Yo me presento en todo el mundo para que pidáis por su conversión, para que vayan al redil de su Dios Creador, mi Dios Creador. Consolad vosotros el Corazón de mi Dios, vuestro Dios, que mi Hijo ya no puede con los Brazos de su Padre, mi Dios, vuestro Dios. 

A las Bóvedas del Cielo ha llegado el pecado infernal y las trompetas, hijos míos, están preparadas para que los ángeles del cielo se oiga en el mundo todo aquello que va acontecer próximamente.

¡Ay de los hombres que no se postran de rodillas para pedir perdón de sus pecados! Vosotros, pequeños míos, buscad el Sagrario de mi Hijo y haceos un Sagrario en vuestras almas; tantas  veces  os  lo  he  dicho:  Sagrario,  Sagrario,  Sagrario;  allí  está  la  Divinidad  de  mi  Hijo,  Él nunca  os  fallará,  os  dará  el  ciento  por  uno,  hijos míos.  

Haceos  esclavos,  sed  esclavos,  y  entre vosotros  también  amaos,  no  tengáis  odio,  ni  rencores,  ni  cóleras;  ayudad  a  aquel  que  está  a vuestro  lado;  llevad  los  mensajes  de  mi  Corazón  a  todos  los  hombres  de  la  tierra;  cuando  os ofendan,  hijos  míos,  rezad  por  ellos,  pedid  por  ellos;  no  tengáis  soberbia,  en  la  soberbia  está  el Demonio,  hijos  míos;  sed  sumisos,  sencillos;  dad  Caridad  como  Yo  traigo  la  Dulzura  para vuestros corazones; imitad mi Corazón, Yo estoy siempre con los humildes. 

No  os  olvidéis,  hijos  míos,  de  las  benditas  almas  del  Purgatorio,  aquellos  que  os  van  ayudar  a vosotros  cuando  muráis;  pedid  por  los  difuntos,  hijos  míos,  por  aquellos  que  están  muriendo, para que mi Dios, vuestro Dios, tenga Misericordia de todos y sean salvados. 

Venid a mi Casa Faro de Luz, Yo estoy siempre con vosotros; venid, hijos míos, os quiero tanto; sed alegres, id por la vida con alegría; el que os ofenda, como os he dicho, dadle amor, dadle la misericordia de vuestros corazones. 

Buscad, hijos míos, el Amor de mi Corazón para que vosotros lo entreguéis unos a los otros. Amad mucho a vuestros hijos educarlo, educarlo en mi Hijo, si hijos míos hoy muchos padres no educan a sus hijos en el Amor de Dios, mi Dios y vuestro Dios y dejan que hagan lo que quieran, por  eso  está  el  Demonio  hijos  míos,  el  Demonio  es  perverso,  está  deshaciendo  las  familias,  los hijos no quieren a los padres, los padres tampoco quieren a los hijos, es un mundo una burbuja que están metidos en las borracheras, en el odio, en la droga, en la prostitución, en la maldad. 

Mirad al cielo, hijos míos, Yo vengo a salvaros a todos y vosotros tenéis que rezar mucho y pedir mucho por la humanidad, quiero que vosotros Conmigo salvemos al mundo. Pisotead, maldecid al Demonio; sed sumisos con la Iglesia; amad mucho a la Iglesia; confesaos más  a  menudo;  sí,  hijos  míos,  la  confesión,  el  perdón  es  el  Cielo  y  vosotros  podéis  hacerlo porque amáis a mi Hijo y me amáis a Mí.

 Faro de Luz me llaman y  Luz doy; venid, hijos míos, a esta casa, mi Casa, que es vuestra Casa de Amor; hacedla grande vosotros. Sí, hijos míos, sois vosotros los que tenéis que levantar este Santuario de mi Corazón; estad unidos, hijos míos, unidos en la penitencia, en la oración, en el amor. 

Os amo, hijos míos, y os doy mi bendición, pero como siempre, os la da mi Padre, vuestro Padre Creador,  mi  Hijo  de  Amor,  el  Espíritu  Santo  mi  Esposo  Santificador  y  Yo,  vuestra  Madre Miriam, Corazón de María, Faro de Luz, Faro de Luz, Faro de Luz. Adiós,  hijos  míos,  hasta  siempre.  Hijos  míos,  Yo  estoy  siempre  con  vosotros;  llamadme  que estaré siempre en vuestra ayuda. Ntra. Madre en Monte Faro de Luz.

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