Nadie que se acerque a Mí se verá nunca jamás defraudado,
pero hijos, no busquéis solo vuestros intereses sino los de Dios primero, y después
los vuestros se os darán por añadidura, siempre y cuando no vayan en contra de
la gloria de Dios y de vuestra santificación personal. Yo, María Santísima,
vuestra Madre os hablo.
Viene Pentecostés y debéis pedir y preparaos para
recibir al Espíritu Santo, ¡qué mejor que Conmigo al lado! Tal y como lo
hicieron los Apóstoles, vosotros debéis también acogeros a Mí y refugiaros en Mi
Inmaculado Corazón, hoy que es primer sábado de mes y algunos lo celebráis.
Yo pido por vosotros constantemente a Dios porque veo
que os cuesta muchísimo subir la cuesta de la perfección, pero ya vuestro
esfuerzo e interés os vale y os santifica aunque a veces no avancéis nada en lo
que os proponéis. Dios ve las intenciones, el verdadero deseo de querer ser
santos y si lo intentáis una y otra vez, y una y otra vez caéis en la misma
piedra, a Dios le vale vuestra voluntad y el deseo de volver a intentarlo. La
santidad es una labor de días, meses y años, una labor de toda la vida, porque todos
los instantes tenéis que santificarlos, no sólo un día de precepto sino todos los
instantes. Tenéis que cumplir con la mayor perfección posible con vuestros
deberes de estado y profesión. Tenéis que ser caritativos con los de vuestro
entorno sin criticaros ni murmurar unos de otros. Hijos, ser santos es una
labor de toda la vida, pero no es tan costoso como creéis si ponéis el esfuerzo
de vuestra parte y sois fieles a la gracia de Dios. Yo, María Santísima, os
hablo.
Si a un niño pequeño que se emplea en andar se cae una
y otra vez, no por eso dejáis de amarlo y de ayudarlo a que intente caminar
como debe de ser. Lo mismo le pasa a Dios con vosotros. Ve vuestra voluntad
sincera de querer mejoraros, de querer vencer tal y cual defecto, y si aun así caéis
en lo mismo, no por eso Él os deja de amar, ni tampoco os va a negar la gracia
para que lo intentéis de nuevo. Por tanto, hijos, animaos a seguir luchando
contra vosotros mismos, vuestros vicios y malas costumbres, al final venceréis
con la ayuda de Dios y lo poquito o mucho que pongáis de vuestra parte, y sobre
todo, si acudís a Mí, Yo vuestra Madre, no os dejaré. Alabado sea Dios. Yo, María
Santísima, os hablo.
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ResponderEliminarDomingo, 04 de junio 2017
ResponderEliminarRevelación: La Virgen María revela las tramas anticristianas del Comunismo y la Masonería secular y eclesiástica.
En una serie de Mensajes la Virgen María explicó los recientes acontecimientos de nuestra era al Padre Stefano Gobbi, profetizados en el libro de Apocalipsis.
María SS.ma da una enseñanza y explicación concreta de cada imagen que aparece en la Revelación del Apocalipsis, del Águila, pasando por el dragon rojo, la Pantera Negra, el cordero con cuernos, la señal de la bestia, la perseverancia de los santos, las heridas, la Mujer vestida con el sol, hasta el reino de la santidad y la paz del Señor Jesús.
6 de mayo de., 1989
El Águila y las dos alas.
"Mis queridos hijos, a través de ustedes que me han contestado, la devoción a mí está floreciendo en toda la Iglesia. Así que puedo ejercer, en este su tiempo, el gran poder que la Santa Trinidad me dio, para neutralizar el ataque que mi oponente, el Dragón Rojo (Ap 12,3), ha desatado contra mí, escupiendo de su boca un río de agua (Rev 12:15) para sumergirme.
Las aguas del río están formadas por el conjunto de todas las nuevas doctrinas teológicas, que han tratado de ocultar la figura de vuestra Madre del Cielo, para negar Mis privilegios, para reducir el tamaño de la devoción, ridiculizar todos mis devotos.
Debido a estos ataques del dragón, en los últimos años, la devoción a Mí ha ido disminuyendo en muchos de los fieles y, en algunos lugares, incluso desaparecido por completo.
Sin embargo, vuestra Madre del Cielo vino a rescatar las dos alas del gran águila (Rev. 12:14).
El gran águila es la Palabra de Dios, especialmente la Palabra contenida en el Evangelio de mi Hijo Jesús.
Entre los cuatro Evangelios, el águila indica a San Juan, ya que vuela más alto que todos, entra en el corazón de la Santa Trinidad, diciendo enérgicamente, la divinidad, la eternidad y consustancialidad de la Palabra y divinidad de Jesucristo.
Las dos alas del águila son la Palabra de Dios, recibida, amada y custodiada con la fe y la palabra de Dios vivida por la gracia y la caridad.
Las dos alas de la fe y la caridad - es decir, la Palabra de Dios en Mí recibida y vivida - me permitieron volar sobre el río de agua de todos los ataques motivados contra mí, porque han demostrado al mundo mi verdadera grandeza.
Entonces busqué mi refugio en el desierto (Ap 12,6).
El desierto, en el que pongo mi residencia habitual, se hace desde el corazón y el alma de todos aquellos niños que me reciban, escuchen, que confían enteramente en Mí, que se consagran a mi Corazón Inmaculado.
En el desierto donde me encuentro opero mis prodigios más grandes. Trabajo en el corazón y el alma, es decir, en la vida, de todos mis pequeños hijos.
Así les conduzco a seguirme en el camino de la fe y la caridad, y hacerles aceptar, amar y custodiar la Palabra de Dios y ayudarles a vivirla todos los días con consistencia y valor...
De esta manera, en silencio y en secreto, todos los días preparo mi gran victoria sobre el dragón, en el triunfo de mi Corazón Inmaculado en el mundo ".
Publicado por Vito a las 05:24
Apocalisse: La Madonna rivela le trame anti-cristiane del Comunismo e della Massoneria laica ed ecclesiastica.
In una serie di Messaggi la SS.ma Vergine Maria ha spiegato al Padre Stefano Gobbi gli ultimi avvenimenti della nostra era, profetizza...
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